A la hora de emprender dedicamos un tiempo considerable a validar la idea, al diseño de una estrategia de precio y al desarrollo de una estrategia de contenido sólida y coherente. Una vez que debemos lanzar la empresa, nos damos cuenta que no tenemos clientes a quién vender y nadie nos ha dejado su correo electrónico. Es allí donde la prospección de ventas es una herramienta útil.